iLEÓN
22/05/2020
Una investigación de la Universidad de León descubre 60 trincheras de la Guerra Civil en Babia
El Grupo de Investigación Historia y Memoria Contemporánea (Hismecon) de la Universidad de León ha llevado a cabo un proyecto de investigación, con financiación de la Consejería de Cultura y Turismo, sobre las estructuras militares de la Guerra Civil en la comarca de Babia, que ha posibilitado inventariar 60 fortificaciones o trincheras a través de un equipo multidisciplinar dirigido por el profesor Javier Rodríguez del Departamento de Historia y bajo el prisma de las humanidades digitales.
‘Fortificaciones de la Guerra Civil en la provincia de León’ es el título del proyecto cuyos resultados son novedosos, ya que contribuye a un mayor conocimiento del conflicto y aporta datos inéditos de cara a la conservación y puesta en valor del patrimonio bélico leonés. La colaboración de humanistas, documentalistas y profesionales de la edición electrónica, la informática y la cartografía deja constancia, a través de esta investigación, de la apertura a una nueva manera de crear conocimiento y divulgarlo bajo el prisma de las Humanidades Digitales (HD).
En el desarrollo de este proyecto se ha realizado una prospección del área de estudio para localizar las estructuras militares de la Guerra Civil; posteriormente el Servicio de Cartografía de la ULE procedió a la topografía de los enclaves documentados más relevantes y gracias a utilización de drones se obtuvieron fotografías cenitales y vídeos de las fortificaciones. Además, el equipo diseñó dos bases de datos interrelacionadas que permiten el almacenamiento y gestión de la información que aglutina con detalle aspectos descriptivos, cronológicos y de geolocalización, incorporando mapas, fotografías, ortofotografías, fotografías aéreas y vídeos.
Recurso dinamizador
El director de este proyecto de investigación detalla que entre 1936 y 1939 existió un frente de guerra a lo largo de la franja septentrional de la provincia de León desde julio de 1936 hasta octubre de 1937, cuando el bando sublevado obtuvo la victoria definitiva en la cornisa cantábrica con la ocupación de Asturias. «En ese período, tanto franquistas como republicanos desarrollaron distintos trabajos de acondicionamiento de puntos dominantes del territorio con objetivos militares, y actualmente subsisten vestigios de la mayor parte de estas construcciones. El estudio recoge un inventario de fortificaciones que pone en valor el patrimonio bélico de la comarca de Babia», apunta.
Javier Rodríguez considera que esta investigación no sólo aporta un mayor y mejor conocimiento histórico del desarrollo de la Guerra Civil, sino que además influye «en la conservación de los restos patrimoniales y en una puesta en valor del turismo arqueológico y militar, convirtiéndolo en un elemento de desarrollo provincial de primer orden». En este sentido, la documentación de bienes inmuebles (casetas, trincheras, galerías), de bienes muebles (munición y elementos recogidos en superficie), y bienes inmateriales como la existencia de testimonios orales hacen necesario profundizar en el estudio interdisciplinar del Frente Norte.
La recopilación de este conjunto patrimonial –mantiene Javier Rodríguez- lleva a valorar un futuro aprovechamiento turístico mediante rutas señalizadas, espacios musealizados e incluso dar a conocer los vestigios de la Guerra Civil española en la zona mediante paneles maquetas o proyecciones audiovisuales. El auge del turismo bélico puede aportar a la comarca de Babia en concreto y a la provincia de León en general un recurso económico y dinamizador, complementario a otros y beneficioso por tanto para esta zona».
Humanidades digitales
Para la institución académica es importante destacar que este proyecto ha abordado la investigación desde el marco de las Humanidades Digitales (HD), con el fin de fortalecer una larga línea de trabajo sustentada en métodos clásicos de investigación histórica. Las herramientas digitales permiten nuevas maneras de crear conocimiento y difundirlo «por eso creemos que ha llegado el momento de incorporar herramientas tecnológicas que redunden en análisis más complejos y exhaustivos», explica Javier Rodríguez quien además considera que su empleo lleva a formular nuevas preguntas de investigación, realizar nuevos análisis, plantear otras formas de visualización y difusión de los resultados».